La innovación y las
ganas de ofrecer un producto diferente han sido los culpables de que
Restaurante Rodi, una empresa familiar de Fuendejalón, haya
desarrollado y lanzado una sal de vino de garnacha.
La familia posee una
hectárea de viñedos y la garnacha siempre ha sido un ingrediente
muy utilizado en su cocina.
Hace un año que empezó
a experimentar con un condimento para sus recetas que incluyera la
uva aragonesa.
Tras mucho trabajo e
investigación creó los dos tipos de sal que ahora comercializa, uno
en formato gourmet y otro de uso más habitual.
Viendo la curiosidad que
despertaba en los clientes de su restaurante decidió
comercializarlo.
Se trata de un proceso de
elaboración artesanal, que no contiene colorantes ni conservantes.
Es un ejemplo más de
cómo de la imaginación de una persona se puede obtener un producto
original.
Querían que la etiqueta
fuera del mismo color que el producto, que tanto les ha costado
obtener.
El aspecto que se le ha
dado a los dos productos, tanto el gourmet como el de uso habitual,
se ha centrado en dejar ver el producto con claridad, un reclamo muy
llamativo ya de por sí.
Se ha aprovechado para que la etiqueta hiciera la función de precinto de garantía, asegurando así que el producto no ha sido abierto desde su salida de la fábrica.
La etiqueta es igual para
los dos modelos, cambiando la descripción y el color, pero con el
mismo diseño y material. Con la etiqueta han querido expresar el
carácter artesanal, pero a su vez ser una etiqueta para un producto
gourmet que destacara la personalidad original del producto.